Cómo realizar un óptimo mantenimiento a tu reductor

Hay varios factores a tener en cuenta para asegurar un correcto funcionamiento de tu reductor: antes de su puesta en marcha y durante su vida útil. Te dejamos algunos consejos para aumentar la durabilidad de tu reductor gracias a un buen mantenimiento. ¿Algún otro consejo que nos quieras compartir?

TEM S.L.

¿Cómo realizar un mantenimiento óptimo de tu reductor?

Hay varios factores que hay que tener en cuenta para asegurar un correcto funcionamiento de tu reductor, y es por ello que, es de vital importancia realizar un correcto mantenimiento.

Antes de la puesta en marcha del reductor te recomendamos que revises y veas las posibilidades de mejora que te ayudarán a reducir los mantenimientos y garantizarán un mayor control. Te dejamos algunas ideas:

  1. Colocar una válvula de vaciado. Facilitará las tareas de vaciado del aceite y te permitirá recoger de forma adecuada el aceite sustituido.
  2. Visor de nivel. Te aconsejamos su instalación para poder controlar el nivel de aceite y así prevenir posibles fugar. Para comprobar el nivel de aceite del reductor, lo haremos en parada y con el aceite frío. Si compruebas que su nivel es bajo, el relleno también deberá hacerse en parada.
  3. Si tu reductor no dispone de tapón de aireación, lo podemos sustituir por una válvula de alivio de presión. Según las condiciones ambientales, puedes utilizar un filtro desecante para evitar la entrada de humedad.

Las condiciones medioambientales y el entorno pueden conllevar a fallos si:

  1. El reductor se encuentra en un lugar con elevadas temperaturas. Para asegurar un correcto funcionamiento, el equipo debe mantenerse a una temperatura adecuada, ya que las altas temperaturas pueden provocar una disminución de la viscosidad y, por lo tanto, tener una lubricación inadecuada a parte de un deterioro del aceite. Para solucionarlo, te recomendamos que dispongas de un circuito de refrigeración, un intercambiador externo o un serpentín interno.
  2. Al contrario, el reductor se encuentra en un lugar muy frío. Con las bajas temperaturas, la viscosidad aumenta y el motor puede tener un consumo excesivo e incluso no llegar a alcanzar la presión necesaria de funcionamiento. Si quieres evitarlo, puedes incluir una resistencia para precalentar el aceite y facilitar así el arranque.
  3. Si el reductor está en un lugar que acumula suciedad. Es vital que el reductor se mantenga lo más limpio posible para facilitar la disipación del calor generado en el funcionamiento normal del equipo. Si el reductor está en contacto con exceso de polvo, o productos o sustancias a su alrededor, es posible que tenga un sobrecalentamiento.

Antes de la puesta en marcha, te aconsejamos que instales sensores para medir sus vibraciones. Con los sensores podrás tomar análisis del comportamiento del reductor, y así detectar posibles averías antes de tiempo. Como hemos indicado anteriormente, es importante que tomemos muestras periódicas del aceite, para detectar partículas de desgaste, posibles contaminaciones por agua…

Con el análisis previo y el seguimiento de los parámetros que te hemos indicado, facilitarás las tareas de mantenimiento, reducirás los tiempos de intervención y podrás anticiparte a posibles averías, mejorando y aumentando la vida operativa del reductor.

El equipo de TEM te podrá aconsejar sobre cómo realizar el mantenimiento de tu reductor de forma óptima. Puedes contactarnos en info@tem-sl.com